El zooplancton constituye un grupo muy heterogéneo de animales de pequeño tamaño, generalmente del orden de micras hasta algunos centímetros, que viven de forma libre en la columna de agua de los sistemas acuáticos tanto continentales como marinos. En los sistemas continentales este grupo de animales se halla cualitativamente mejor representado por rotíferos y crustáceos abarcando estos últimos a copépodos y branquiópodos. En menor medida son pobladores del plancton de agua continental turbelarios y celentéreos. En la columna de agua pueden ser también abundantes algunos grupos de protistas como rizópodos, heliozoos y ciliados. Los ciliados en el agua continental pueden ser muy abundantes sobre todo en aquellos sistemas con altos contenidos de materia orgánica. Generalmente estos protistas, aunque pertenecen al plancton, se estudian de modo independiente.
En este proyecto de trabajo se van a considerar a los primeros grupos citados, es decir, rotíferos y crustáceos incluyendo en estos últimos a copépodos y branquiópodos.
La comunidad de zooplancton es un indicador biológico, que influye sobre la comunidad del fitoplancton, de la cual de alimenta, y a la vez es influida por esta. El estudio en conjunto de estos indicadores permite obtener una visión más coherente del funcionamiento integrado de los organismos del plancton. Además constituye el eslabón trófico intermedio entre fitoplancton y el resto de organismos que depredan al zooplancton, ocupando un papel importante en el ecosistema.
ROTIFEROS
Los rotíferos son invertebrados acuáticos y semiacuáticos de tamaño microscópico puesto que su talla varía aproximadamente entre 20 a 2000 micrómetros. Constituyen el grupo de metazoos más pequeño. Fueron observados por primera vez en 1703 por Leeuwenhoeck con el microscopio de su invención. Al principio fueron confundidos por su forma y tamaño con ciliados. Abarcan unas 2000 especies reunidas en dos grandes subclases: Monogonta y Bdelloidea. La Subclase Monogonta es la más importante en los ambientes acuáticos continentales, reúne 95 géneros y 1600 especies (Nogrady et al, 1993; Segers, 2000).
La mayoría son de vida libre alimentándose por filtración de microalgas, bacterias o detritos, otros son depredadores y solo unos pocos son parásitos. Son gusanos metamerizados, típicos de agua dulce ya que solo muy pocas especies son marinas. Mayoritariamente son organismos que pueblan las aguas continentales, teniendo en el plancton un papel ecológico muy importante, el de los microfiltradores, constituyendo más del 30% de la biomasa planctónica, son recicladores eficientes de la materia orgánica y responden rápidamente a los cambios ambientales (Gannon et al, 1978; Nogrady et al, 1993).En cambio en el mar abierto este papel lo desempeñan principalmente las larvas de una gran diversidad de animales marinos. Así, los rotíferos suelen encontrarse solo en sistemas cercanos a la costa y también en comunidades del agua intersticial marina. El Orden Seisonidea es exclusivamente marino. En el orden Bdelloidea, hay especies capaces de vivir en medios prácticamente terrestres, pudiendo habitar en la arena o en la lámina de agua que cubre musgos, líquenes o axilas foliares de algunas plantas. Algunos son ectoparásitos de larvas de insectos dulceacuícolas o de crustáceos marinos.
El resto de los órdenes de rotíferos reúne a las principales familias que habitan en el agua de los ecosistemas acuáticos continentales, ya sea de forma planctónica o asociados a algún sustrato. Siempre se los consideró cosmopolitas aunque estudios actuales han mostrado la presencia de especies endémicas. Estos organismos se caracterizan por presentar una corona de cilios en la cabeza y un aparato masticador, el Mástax. Un observador podrá verlo en el interior del cuerpo como un conjunto de pequeñas piezas blanquecinas y refringentes que se mueven rítmicamente a modo de corazón.
Los rotíferos pueden vivir como individuos solitarios o formando colonias y en este caso constituyen los llamados rotíferos sociales que presentan un comportamiento particularmente interesante (Paggi et al, 1995).
Cladóceros o Braquiópodos
La clase Branchiopoda se puede considerar un grupo primitivo que colonizó las aguas continentales desde el mar con gran éxito, hallándose actualmente distribuidas en un amplio abanico de ambientes acuáticos interiores, son habitantes frecuentes y abundantes de diversos hábitats lóticos, lenticos, litorales y de fondo constituyendo una parte importante de la biomasa de comunidades como el plancton, el bentos y los complejos ligados a la vegetación. Así, aunque hay representantes marinos, al igual que ocurre con los rotíferos, estos crustáceos branquiópodos son mayoritariamente de aguas continentales.
Su papel en las tramas tróficas se destaca por su carácter de vía de transferencia de materia y energía desde los microproductores primarios y las fuentes de detritos-bacterias hacia los niveles de consumidores superiores.
Como presas integran una parte importante del espectro alimentario de los peces planctófagos y aves, particularmente aquellos adultos de pequeña talla y de estadios juveniles de especies que de adultos ocupan otros nichos tróficos (Occhi y Oliveros 1974, Oliveros y Rossi 1991, Rossi 1991). La comercialización de formas adultas y huevos en acuicultura, como alimento para peces, se halla muy extendida (géneros ARTEMIA o DAPHNIA).
El nombre de este grupo que abarca al menos 800 especies, significa “animales con branquias en las patas” y se caracteriza principalmente por sus apéndices torácicos (TORACÓPODOS).
De forma general los toracópodos portan estructuras branquiales y se caracterizan por ser aplanados o laminares, son además, birrámeos y están provistos de numerosas sedas, pudiendo existir excepciones en este patrón común como ocurre por ejemplo en el orden ONYCHOPODA.
La mayoría de las especies son planctónicas, siendo su modo de alimentación la filtración, por lo que junto a rotíferos y copépodos influyen en las comunidades de fitoplancton. También existen numerosas especies bentónicas, muchas de ellas adaptadas a raspar el alimento y también hay especies depredadoras.
Estos crustáceos que hasta hace poco tiempo eran denominados “CLADOCERA” actualmente están repartidos en cuatro órdenes: ONYCOPODA, HAPLOPODA, CTENOPODA Y ANOMOPODA que se consideran agrupaciones más adecuadas desde una perspectiva filogenética. Por lo tanto la denominación del vocablo “CLADOCERA” ha perdido validez taxonómica, sin embargo seguramente se continuará utilizando durante mucho tiempo por razones prácticas. Sobre la base de los avances logrados en el conocimiento, en la filogenia de los crustáceos Branchiopoda hay cierto grado de consenso en consideración a los CLADOCERA como un grupo artificial polifilético compuesto de organismos que pertenecen con distinto grado de semejanza a derivados de procesos de convergencia evolutiva (Fryer, 1987a, 1987b, Starobogatov, 1986).
De acuerdo a Paggi (1996, 1998 e inédito) la forma de cladóceros (ANOMOPODA Y CTENOPODA), en Argentina comprende 49 géneros y cerca de 160 especies.
El orden Anomopoda abarca a un conjunto de pequeños crustáceos ampliamente extendido en el plancton y en el bentos de los sistemas acuáticos continentales. Se encuentran distribuidos prácticamente en todos los ambientes; incluídas las aguas corrientes. El tamaño de estos pequeños crustáceos varía gradualmente entre 0,2 y 4 milímetros. En este orden se incluyen a la mayoría de las especies clasificadas anteriormente dentro del orden Cladocera.
COPÉPODOS
La clase Copépoda: constituye un grupo de pequeños crustáceos que han tenido un enorme éxito evolutivo tanto por su abundancia como por su diversidad y adaptabilidad. Son el grupo de metazoos con el número de individuos más alto de la biósfera (BOXSHALL Y HALSEY 2004) y, además, es extraordinariamente diverso, pues se conocen al menos 11500 especies (HUMES, 1994), siendo en su mayoría especies marinas. Aparecen adaptados en los sistemas acuáticos a todo tipos de de ambientes, son ubicuos en los océanos y habitan en una elevada diversidad de aguas continentales, encontrándose también en las aguas subterráneas y formando parte de la fauna cavernícolas. En el medio marino son el principal eslabón trófico entre el fitoplancton y los niveles superiores. En el agua dulce constituyen una fracción importante de la biomasa del plancton, aproximadamente del 50%.( MARGALEF, 1983)
Hay especies planctónicas, bentónicas que viven en el sedimento, especies semiacuáticas que viven en la película de agua entre musgos y hojarasca. Tanto en el medio marino, como dulce, existen numerosas especies parásitas de otros animales, cuya morfología es muy distinta a los copépodos de vida libre. Como cita Margalef (1983) una especie de copépodo puede asumir el papel ecológico de varias especies a medida que va desarrollándose. En estadios larvarios (NAUPLIO) actúan como microfiltradores pasivos, siendo su alimentación en el contexto de los sistemas acuáticos continentales similares a las de rotíferos y pequeños cladóceros. A medida que atraviesa los distintos estadios de desarrollo hasta adulto, el tamaño de partícula que filtra es mayor. Cuando es adulto, en el caso de ciclopoides, puede incluso actuar como un depredador, pues sus piezas bucales pueden estar adaptadas a manipular el alimento. En todo caso, se pasa de la microfagia a la macrofagia en la misma especie (MARGALEF, 1983). Este hecho, unido a que la capacidad de movimiento es diferente también en los diferentes estadios del copépodo, confiere que una misma especie se caracterice por el uso de diferentes nichos ecológicos en el sistema. Así en los copépodos de aguas eutróficas, en la que predominan los microfiltradores, las especies de copépodos son pequeñas y además abundan en estadios de nauplios. La ecología de las especies de copépodos nos acerca también a aspectos como la salinidad, la temperatura, el nivel trófico o la permanencia del agua en los sistemas acuáticos continentales.
Muy buena información, para trabajar en clase..
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